Día 24: Alguien que ya no está

Hola hola,

Espero que te encuentres bien. Me ha extrañado mucho que a este momento la vida no nos haya hecho encontrarnos por ahí. Te pienso con más frecuencia de lo que quisiera admitir. Y sé que es en parte por el cariño que aún te guardo y porque nuestra historia quedo inconclusa. Creo que las dos le hemos puesto fin a la historia a nuestra manera, de formas que solo nos hacen sentir mejor pero que no necesariamente representan lo que ocurrió. Pero muchas veces cuando imagino la posibilidad de hablar y dar explicaciones, algo me dice que no podrás entender lo que tenga que decir, que no hay nada que pueda yo hacer para que la percepción que te creaste de mí sea diferente.

Por mucho tiempo sentí culpa. Por mucho tiempo quise terminar con mi vida porque sentí que no merecía existir en un mundo donde tú sufrías a consecuencia de mis actos y de mi existencia. Por mucho tiempo batallé con ideas y pensamientos intrusivos hasta que con la ayuda de terapia y medicamentos pude comenzar a poner mi mente en orden. Gracias a nuestra experiencia inicié un viaje de auto conocimiento que me llevó a aprender sobre la posibilidad de no tomarme las cosas personalmente, sobre el no tener el control de cómo los demás deciden percibirnos y sobre cómo las personas juzgamos a los demás partiendo de nuestra realidad y experiencias únicas. He ido adquiriendo herramientas que me han ayudado en muchas áreas de mi vida y que agradezco infinitamente haber necesitado comenzar a buscarlas para estar bien y conocerme mejor.

Quiero que sepas que me hubiese encantado conocer desde un principio todas esas cosas que tú esperabas de mí y yo no pude ofrecerte. Me hubiese gustado saberlo para haber asumido un rol más consciente y presente en nuestra amistad. Me hubiese gustado poder decidir si era o no capaz de reciprocar tu amistad de la forma específica en que necesitabas, y que no se creara una expectativa falsa a través de la cual yo terminaría siendo lo que soy hoy para ti. Sé que sientes que me aproveché de tu generosidad y de tu cariño, que te utilicé cuando te necesité y luego te cambié por la persona con quien hoy comparto mi vida. Y me parte el alma que lo percibas de esa manera. Nunca fue mi intención. Pero ya no puedo sentirme culpable por algo que no hice adrede. No puedo cargar más con una culpa cuando ni siquiera hubo espacio para el diálogo y la compasión. Si esperabas algo a cambio de todo lo que hiciste por mí y si notabas que estabas dando más de lo que recibías de mí y no te sentías cómoda con eso, lo justo era que me lo dijeras.

Cuando inicié la relación que tengo ahora y noté que comenzabas a alejarte, me decías que querías darme espacio para disfrutar de esa etapa inicial con mi pareja y siempre te dije que la existencia de esta nueva persona no tenía porqué cambiar mi relación contigo. Sin embargo continuaste alejándote para darme un espacio que nunca te pedí. Y al final terminé yo siendo la villana de la historia. No solo tuve que lidiar con tu pérdida, sino que recibí humillaciones y palabras hirientes de otras personas que salieron en tu defensa, personas a quienes también amaba y eran especiales para mí. Hay cosas que aún no logro entender y que quizá jamás entienda. Pero ya están en el pasado y se que, al menos para mí, nuestra historia ha sido una escuela y no me arrepiento que las cosas se hayan dado así… aunque aun te extrañe y duela que no seas parte de mi vida.

Tu amistad fue lo más cercano que he tenido a ser amiga de una madre cariñosa y amorosa, algo que no he tenido con mi propia madre. Creo que eso hizo peor la perdida. Y me entristece que mi existencia provoque en ti sentimientos negativos de rencor y desilusión. Espero que algún día puedas perdonar a esa versión de mí que te hizo daño.

No me molestaría que algún día podamos encontrarnos y hablar sin ánimos de nada, solo de que esas dos versiones de nosotras que algún día se quisieron mucho, reconecten y nos hagan recordar porqué hicimos clic en un principio. Aunque sé que si volviéramos a vernos, es probable que no nos reconozcamos porque el tiempo cambia a la gente. Solo espero que a ambas nos haya cambiado para bien.

Espero que tengas la vida que mereces y que deseas. Espero que al igual que lo fue para mí, nuestro paso por la vida juntas haya sido al menos un aprendizaje y un tesoro de recuerdos buenos de cuando aún todo estaba bien.

I’ll be seeing you.

Consigna: escribile una carta a alguien que ya no está

Desafío: 30 días de escribirme por Aniko Villalba. “30 días de escribirme es un desafío pensado para que escribas un texto al día durante 30 días, en base a un disparador o consigna. Cada día durante un mes tendrás acceso a una consigna de escritura nueva. Empezás apenas te inscribís. ¡Y es gratis!”